Cuando un timo o estafa piramidal sale a la luz, la gente se pregunta: ¿qué es?, ¿en qué consiste?, ¿cómo hacen las empresas para llevarla a cabo y cómo es posible que las víctimas no se den cuenta del engaño aunque parezca evidente?
Estas estafas se forjan en empresas con estructura piramidal, de ahí su nombre. En la parte superior encontramos al fundador de la compañía, que pueden ser una o varias personas. Este grupo invita a otras a formar parte de este gran negocio que proporciona importantes beneficios, superiores a todos los demás existentes en el mercado financiero, como los que ofrecen los Bancos, por ejemplo.
Por lo tanto, tenemos al fundador de la empresa que recibe las inversiones iniciales y a esos primeros inversores que sí reciben los pingües beneficios prometidos. Éstas personas se lo comentan a otras (familiares, amigos, socios…) para que también inviertan a la vista de lo bien que les ha ido, quienes a la vez hacen lo mismo, invirtiendo a su vez. Es realmente tentador saber que pueden conseguir importantes sumas de dinero con un mínimo esfuerzo. Por ello, y sin hacer ningún tipo de comprobación (confirmar si está regulada por alguna institución financiera, por ejemplo), invierten sus capitales. Así el negocio va creciendo, habiendo cada vez más inversores y más capital invertido. Y al tener una estructura piramidal, los primeros inversores van recuperando el dinero y obteniendo beneficios, posteriormente haciéndolo los siguientes y los siguientes, teniendo en cuenta que cuanto más cerca estén de la parte alta de esa pirámide, mayores serán sus beneficios.
Sólo aquellas personas que están en la cúpula de la pirámide saben que el dinero no se está invirtiendo en nada, sino que el negocio consiste precisamente en pagar a los anteriores inversores con el dinero de los posteriores.
Esa pirámide va creciendo exponencialmente, ya que cada nuevo inversor va invitando a más personas a participar, lo que supone, además, un beneficio mayor para él al percibir por esa razón mayores retribuciones. Aunque haciéndolo siempre de buena fe, ya que ignora todo el entramado piramidal.
El sistema se empieza a colapsar cuando no entran más clientes nuevos, y, por lo tanto, hay más clientes antiguos que nuevas inversiones. Los primeros en darse cuenta, venden su parte y recuperan su dinero, pero el resto se queda sin nada, siendo los más perjudicados los últimos, que han invertido pero no han recibido nada de los intereses prometidos ni obtendrán siquiera su inversión inicial.
Ante este tipo de situaciones, lo mejor es asociarse con las demás víctimas de la estafa piramidal, para obtener mejores resultados, ya que nuestro vigente Código Penal, en su artículo 250 contempla un tipo agravado para estas estafas, llegando la pena de prisión hasta los seis años.
En España este tipo de casos han tenido una importante relevancia mediática, como los casos Sofico, Gescartera, Forum Filatélica y Afinsa, o, en últimas fechas, un caso que está empezando a cobrar importancia es el de la empresa Libertagia, de Rui Pires Salvador, del cual se están empezando a hacer eco los principales medios de comunicación, y que podría afectar a cientos de personas en España, especialmente en Galicia y Comunidad Valenciana.
La empresa Libertagia, supuestamente, ofrecía una rentabilidad anual de hasta un 350%. Actualmente el dinero de esas inversiones se ha esfumado, no se pagaron esas rentabilidades prometidas, y los primeros afectados empiezan a tomar acciones legales.
Si cree que ha sido víctima de alguna estafa piramidal de este tipo, o de cualquier otra, no dude en ponerse en contacto con SOCYAM Abogados. Le ofreceremos toda la ayuda jurídica necesaria para llevar adelante el proceso judicial y recuperar su dinero.